viernes, 26 de octubre de 2012

Sin quererlo ni esperarlo.

Un día cualquiera; de un junio cualquiera; de un 2012 cualquiera; conoces a una persona con la que tienes comunicación nula. Le abres conversación en una página de internet y le pones: ¿Quién eres?-solo por verguenza y por hacerte un poco el tonto. Pero realmente sabes quién es. Tienes una conversación nada fuera de lo normal para dos ``desconocidos´´. Pero al día siguiente, le vuelves a abrir conversión, esta vez diciendo: Hola; eres la cosa más bonita. No, eso solo lo piensas. A lo largo de un tiempo coincidís en algún cumpleaños u os veis por casualidad. Tiempo después, mucho tiempo después, ves un estado suyo que no te gusta nada. Y por cortesía le preguntas que es lo que le pasa. Comenzáis una conversación. Y sin querer, acabáis con un ``yo te quiero más´´. No te das ni cuenta de por qué terminaste así. Bueno, que se le va a hacer-piensas-. Pero sin embargo, un día después, ella es la que te abre conversación. Y en esta, discutimos por ver quién quiere más, por demostrar cuya cosa y por simplemente ``te amo´´.  Dos días después, os veis, la abrazas y sientes que algo te molesta en el estómago, algo que solo sentías cuando alguien te gustaba. Y entonces, te das cuenta, de que esa chica, en tan poquito tiempo, te ha hecho sentir algo muy fuerte, algo capaz de enamorarte en tres días. A partir de ahí, habláis todos los días, incluso ponéis fecha de conocidos. Pero hay algo que te dice, que es cuando realmente sabes que estas enamorado, algo que te encantó, algo como ``yo te amo más mi príncipe´´. E aquí el problema. Por unos minutos percatas que ella también está sintiendo algo por ti. Pero te paras a pensar y dices que no, que es imposible que una chica tan perfecta, tan realmente princesa, esté enamorada de ti. Duele, cómo duele. Y es que cuando duele, hay amor. El problema está en si ella te quiere o no. Sabes que le importas, que te ama, pero...¿Está enamorada? Volvéis a hablar. Pero esta vez, le mandas indirectas de que es ella la que me gusta. Tú pillas algunas, pero no sabes si realmente es cierto. Dudas. Celos. Amor. Odio. Ahora se mezcla todo. Y es que te das cuenta de que la quieres, de que necesitas verla, aunque solo sea verla. Y es que necesitas que te diga lo que va a pasar, lo que va a hacer, lo mucho que te ama, lo necesitas, no puedes perderla. También te das cuenta de que la necesitas como el aire para respirar. Y es que tiene gustos parecidos, una belleza increíble y unos ojos que enamoran. Quieres aprender de su mano, quieres ser lo mejor de su vida. Te dice que ella te ama más, pero tú le dices que te lo demuestre. Y aquí la pregunta que te mata: ¿Cómo quieres que te lo demuestre?. - Bésame, bésame ya joder, muero por tenerte aquí a mi lado. -Como quieras cielo. Ella dice que pensará la forma de demostrártelo. Aquella noche, se quedó pensando en ella. Se va. Pero a las dos y media de la madrugada se conecta y te dice: No podía dormir y te echaba de menos rey. En ese momento, justo en ese, el mundo se te vino encima, sentiste algo dentro tan, tan fuerte que casi no podías respirar. Entonces, para despedirte de aquella conversación, le dices: -Buenas noches princesa, te amo demasiado. Y te vas, sin esperar respuesta. No podías ni querías por una parte oírla. Sin quererlo te volviste a enamorar. Así que, como dije, buenas noches princesa. Fin de la historia; de aquella historia que sabes que continuará.











No hay comentarios:

Publicar un comentario