jueves, 18 de octubre de 2012

Punto y aparte.

Aquí estoy, otra vez; malditos desengaños. Hoy te odiaré; a romper el corazón, te dejo este texto; punto y aparte. Yo no te enseñé a hacer daño, ni a ser infiel, yo no te enseñé a olvidar, ni a querer; pero tampoco te enseñé a ser feliz. Sabes que no puedo echarte de menos; sabes que en la cuenta del olvido no puede entrar nadie, si no has salido tú. Solo soy un alma perdida, que está herida. Yo no te enseñé a brindar con vino amargo. Y es que ahora ya no quiero saber nada de ti. Quemaré tus sonrisas falsas, tus besos, tus abrazos, tus te quiero, voy a quemarlo todo. Decías que por mi todo lo darías; que en tus brazos yo podía rehacerme,  mantenerme vivo. Y solo así lo haré; solo así me olvidaré, solo así borraré todas las caricias que me has dado; solo así lo haré. Y no digas que no supe darte amor, no digas que no supe amarte bien; si te estoy haciendo daño, lo aprendí de ti; me has enseñado tú, si alguna vez te hice daño, lo aprendí de ti. Maldigo mi inocencia; y te maldigo a ti. La vida rompe lanzas. Y esto se ha acabo. Ahora cada uno por su lado; cada uno hará su vida; yo la mía, tu la tuya; punto y aparte. Punto y final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario